martes, 24 de mayo de 2005

Manolo


Te perdí la pista obligado por las extrañas circunstancias que la vida nos plantea a cada paso. Breve pero interesante amistad la que logramos. Cierta complicidad y comunes intereses. Lucha por la vida. Cosas para compartir. Pendientes quedaron muchas. Como aquella voluptuosa hembra que calentaba tu cama, de español nombre, y que no tuve ocasión de disfrutar, siempre fuiste reacio a dejarnos gozar a los demás de tus placeres ocultos, de tu jardín personal. Orgulloso me mostrabas el paraíso sensual que no habría de saborear. Sexualidad a flor de piel, fuertes miradas, excitación controlada, deseo, mentes subyugadas. Promesas en el aire, volando van. Los caballos desbocados del motor diesel sabes dominar, vuelas sobre el asfalto, seis ejes no paran de girar, ruedas, calor, paisaje, destino al que llegar. Pregunto por ti, no me saben explicar, tu entorno cambió, llamadas perdidas, visto en televisión, atascado, nieve en el balcón. Perdiste un ser querido, igual que yo. Mundos paralelos, conexión. También yo mudé de estación, vientos nuevos me saludan, el camino por delante, nuevas emociones, noches y días, gente, me siento distante. No pude en esos momentos duros reconfortarte. 

Espero volver a verte en alguna ocasión, hablar, reír, alegrar el corazón. Realizar aquel viaje que pendiente quedó y todas esas cosas que, ya sabes...

lunes, 23 de mayo de 2005

Lisboa


Fue en sus calles, sus plazas y avenidas, entre amables gentes y hospitalidad, aprendimos a conocernos un poco más. Descubrimos belleza, sencillez, orden lineal, naturaleza integrada, metrópolis hechizada. Cena con fado, beso, abrazo, tus manos acariciando. El mar siempre presente, su brisa, tu falda, recorrer la costa epata, salvaje en la Boca do Inferno, imponente el Faro, la impresión de la retina intentaste resumir en el horizonte plasmado en acuarela. La tarde se escapa, la despedimos tranquilos en el Blues Café, saludamos la noche y ya de madrugada el Indochina despide una hermosa velada, el alba se presiente, nos miramos, juntos estamos. Felicidad, el tranvía, corramos, desde lo alto la vista es un regalo, el Castillo de San Jorge acoge otros dos enamorados.

Descúbrela despacio, explora su alma, es una ciudad única. Saborea sus deliciosos desayunos, piérdete entre sus recovecos, prueba sus cócteles rodeado de mil y una miniaturas, muñecas, juguetes. Descansa en el Botánico. Fantásticos puentes. Alfama, Baixa, Rossio, Chiado, Barrio Alto. Pasea su Puerto. No olvides el Oceanario. Conoce su gente, es especial. Poemas, el cielo, jardines, monumentos. Y recuerda, una vez que hayas estado, cualquier motivo para regresar será aceptado. Tu voluntad ha conquistado la bella ciudad del Tajo.

sábado, 21 de mayo de 2005

Lo mejor, estar contigo


Sí, es muy bonito saber que la felicidad es alcanzable, que los deseos pueden hacerse realidad si la constancia en su búsqueda no desfallece. Al llegar al lado de mi amor se que no todo está perdido, su sonrisa me lo vuelve a confirmar. Luce el sol en mi ciudad.

Vemos al mirar atrás los momentos que nos hicieron madurar, saltos al vacío en su momento hoy sonrisas te provocan, tal es la facilidad con que ahora actos pasados podrías ejecutar sin las dudas que entonces te solían asaltar. Crees saber más. Seguridad.

Asperezas limadas por los días que pasan, recuerdo lo precioso porque quiero olvidar los momentos de amargura, todo con el prisma del pasado oprime menos, liviano el corazón siento, su peso diluido por esos inviernos al calor de tu cintura. Me gusta tu espalda, tu boca, el color de tu mirada.

¿Te acercas conmigo a contemplar la luna en la ventana?

jueves, 19 de mayo de 2005

Fractales


Mi amigo proyecta sus anhelos en los sueños de fórmulas matemáticas que se funden en un ritual baile apareciendo formas sorprendentes que cautivan sin piedad las cándidas almas de los habitantes del planeta onírico envueltos por su magnética belleza. La repetición escalada de fragmentos unicelulares obedeciendo simples reglas, creciendo exponencialmente, invirtiendo su tendencia natural a la simpleza, devienen en composición singular camino al infinito que nunca alcanzarán, reduciendo su tamaño aumentan su superficie, descendiendo individualmente hacia el abismo logran la mayor de las grandezas que humanamente es imposible concebir.


Lo finito e infinito en baile singular, conceptos holísticos, la paradoja una vez más, lo tengo que volver a pensar, pero es claro que algo se me ha de escapar, cerebros destruidos por civilización tecnológica de comodidad, estulticia como meta, caudal de mediocridad, la física cuántica me viene a salvar, ya sabemos las facturas que habrá que pagar, con ruedas de molino comulgar, no quiero continuar, el camino es largo y tendré que descansar antes del viaje final, infinitesimal, como fluidos en turbulencia radial, sección estrecha, más velocidad, fuerzas contrapuestas, sensibilidad, más conciencia de la realidad, fantasías nuevas que acariciar, es un ciclo que se vuelve a cerrar, ¿lo digo por activa o lo captas ya?, es una incongruencia nuestra realidad, te gusta más la virtualidad, los caprichos del azar, efecto mariposa, aire tropical, lo llaman arte, me da igual.


Mi amigo juega con la sensibilidad, se deja cautivar, candidez a raudales, divertida complejidad, espirales sin fin, texturas de color, forma, calor, captura series ilimitadas en minúsculas áreas jugando a ser dios.
Volúmenes en una sola dimensión, planos convexos, flexibles, imposibles. Universos comprimidos, ventanas a lo desconocido...


lunes, 16 de mayo de 2005

Silencio


Es la noche que aparece otra vez más (no sé porqué contraponer dos términos como día y noche cuando aquel sin ésta no es nada más que medio día y ésta no es sino aquel en ausencia de luz solar) y me encuentra sentado ante el teclado para dejar fluir mis pensamientos. Siento que la calma que precede el sueño acabará engulléndome en sus fauces y presa de su amoroso descanso seré. Intento recordar las cosas que he de realizar mañana sin falta con la certeza de que algo va a quedar olvidado apenas haya cerrado mis párpados. Escucho a mi lado la pausada respiración de mi amor, que hace horas que descansa. Tengo que convencerme a mi mismo que he de cambiar, es el primer paso, después todo llegará.

Me dijo que se percibía algo especial, cierta intelectualidad, algún atisbo de maestría. Pero me quedaba algo grande el traje, no encajaba en mi estilo, se nota con solo mirarme. Creo que sabe de qué habla, el también lo cree. Pues contentos los dos. A lo lejos oigo la sirena de un coche patrulla. No todos duermen.

Analiza por un momento cuantos años tienes. Intenta separar lo superfluo de lo realmente importante. Compara ambos resultados... Ya sabes, el tiempo suaviza los rasgos afilados de la realidad, decanta las piedras que han surgido en tu camino, tamiza los destellos de lucidez, atempera el éxtasis, sublima la candidez, acrecienta el mito,... discurre implacable.
Hoy estás guapísima, como es habitual.


sábado, 14 de mayo de 2005

Planear sobre el viento...


Y escuchar el silencio, sopesar las palabras no dichas, muertas en tu pensamiento, acudir como la mariposa a la luz de tus sueños aparcados entre caricias olvidadas que aún siento.

Crecer es vivir sin consuelo el onírico plano de un dios cruento que ha inventado los raíles de este guión inacabado llamado vida, avanzando a destiempo, sin pausa, es cierto. Así se forjan los grandes acontecimientos, al pairo del tiempo, hilvanando los hechos que empujan, la sal en el viento, el otoño, el invierno.


Mi paisaje creado, mi rincón olvidado, la noche silente, cumplí tu recado. Sigo sentado en la puerta, ilusionado espero el día que vuelvas, la casa siempre abierta, el cartero se ha retrasado, palomas alzan su vuelo al tañido de las campanas, cena fría mi amor, hasta mañana.

Hubo un tiempo en que creíamos los cuentos, abrazados y riendo, recorridos kilómetros sin freno, postales archivadas, aquello no lo conocemos, a explorarlo ya, un momento.

Segundos eternos anudados nuestros cuerpos, latidos armónicos, superpuestos, el infinito misterio. Te lo digo una vez más, te quiero.

jueves, 12 de mayo de 2005

Buscando la Belleza...


No sabría describir el sabor de tu piel mojada en la tibia agua marina de abril, fundiéndose mi boca en la curvatura de tu nuca, cerrados mis ojos, sonido de olas batiendo contra las rocas, brisa leve que tersa tu ser, juntos de nuevo, otra vez...

La lucha eterna en busca de la Belleza. Saber apreciar esos matices que solamente tú me enseñaste cómo distinguir de la vasta vulgaridad que nos invade. Tener la paciencia para observar los tenues cambios en la luz del horizonte mientras lees para mi. Comprender la grandeza del universo escondida en una gota de agua que evaporas con tu calor. Tu sonrisa. Eclipse de sol...

Aquellas tardes atrás quedaron, recuerdos añorados, paisaje azul cansado, lirios en el agua, a tu lado.

Mañana, lo prometo, te llamo.