miércoles, 4 de abril de 2007

Regreso a nuestro pasado.


Vuelvo de un viaje a la nostalgia, del tenerte en aquel pequeño hotel en que hicimos el amor la última vez. 

Han sido dos días de locura, de quimera mental, recordando tus sonrisas, el mar desde la ventana, esa Cantabria infinita que se pierde entre calas y peñas batidas por olas de espuma, el amanecer que me sorprendió regalando de caricias tu cuerpo, ojos que en silencio se contaban los sueños que juntos realizamos... que lejos ya quedaron.

 

Han sido horas extrañas, de cierta paz, atisbo de alegrías compartidas, pausada soledad, con ganas de vivirla, el viento en mis mejillas, percibir aquel perfume que en tu piel tan bien lucía, aquella lluvia que nos acompañaba, los atardeceres que recordaba, sonidos apagados de un verano que ya no estaba, con mis silencios, sin tu mirada.

No quería retornar, me aferraba a esos recuerdos, las vivencias que nadie nos podrá arrebatar, los paisajes atrapados para siempre, los besos dados, tus risas, tu pelo largo, lo bonito del baúl de nuestro pasado. 

Mas la realidad me ha arrastrado a mis días sin tus abrazos... tan tarde, sin sueño, tan cansado... añorando…