lunes, 10 de noviembre de 2008
De un mar tímido y en calma...
Mas no llegó la noche a eclipsar
la inmaterialidad consciente,
la mirada cautivada,
la víscera que siente,
ese palpitar hiriente
de los celos apartado,
pues pureza de amor
ha inundado su fusión.
Libre eres para arrancar mis espinas,
con gotas de rocío me engalanas,
en las dulces madrugadas
me acompasas el alma,
se estremece mi piel,
alegras mi cara.
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Rayos de sol y calor... que nadie podrá arrebatarnos
ResponderEliminarsentires y sabores en nuestro pecho arden
estandartes, aires fuertes
inercia contenida, ratos de placer y muchas risas
Cómo se abría el cuerpo del amor herido
ResponderEliminarcomo si fuera un pájaro de fuego
que entre las manos ciegas se incendiara
Quiero ser para ti como un puente sobre el rio.
ResponderEliminarDe este lado, tu hoy. Del otro lado, tu mañana.
Me hace falta tu presencia,
ResponderEliminartus juegos y tus miedos,
me hace falta tu mirada
y un poquito de tu tiempo
todo el amor que siento se estremece
ResponderEliminaral pronunciarse en un largo suspiro ,
y las cadencias de su aliento enmudece
hasta congelar su nombre en mi alma.
todo recuerdo de sus versos
acompasan el ritmo de mil miradas
dibujando estrellas en un cielo
donde nacen los deseos y viven las hadas.
el olor de tus palabras cobra vida
y llenas de alegría,triste estancia.
quiero ser mar, luz , armonía
acunarte en tantas noches largas,
cuando sientas el dolor en carne viva
y no puedas seguir, dulce palabra.
hoy te quiero, porque se me antoja,
porque vivir y morir entusiasmada
me deja viva y llena de la magia
que se me escapa cuando la luz se apaga.