Prendida con alfileres, casual e imprevista...
amistad sobrevenida, difícil de cultivar...
los frutos recogidos conservados en el desván...
pespuntes de sentimientos frágiles...
cariño hilvanado que no acaba de cuajar...
nada que reclamar, que promesas no se hicieron...
mucho que añorar, aquellos momentos tiernos...
la eterna levedad y tantos y tantos cuentos...
la losa del silencio eterno...
un último trago, el que siempre sabe amargo...
latiendo el corazón a un ritmo no deseado...
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