No sabría describir el sabor de tu piel mojada en la tibia agua marina de abril, fundiéndose mi boca en la curvatura de tu nuca, cerrados mis ojos, sonido de olas batiendo contra las rocas, brisa leve que tersa tu ser, juntos de nuevo, otra vez...

Aquellas tardes atrás quedaron, recuerdos añorados, paisaje azul cansado, lirios en el agua, a tu lado.
Mañana, lo prometo, te llamo.
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