Despertaste junto a mi, el cielo gris, desperezaste coqueta tu cuerpo y me sonreíste atrevida… lo entendí enseguida… te gusta el amor mañanero, descansados tras el sueño, tierno, intenso, como los dos queremos.
Acaricié tu pelo y te dije que eras bella… un te quiero… de tus labios robé besos, calor suave y profundo, nuestros ojos cerrados, sintiendo…
Tapaste mis ojazos intensos, y bailaste desnuda para mi mientras yo te miraba con las yemas de mis dedos y tú me rozabas con tu pelo, su perfume como tiernas caricias de viento... de aliento...
Mis dedos recorrían tus piernas, las yemas casi sin presión dibujando escalofríos de pasión... te gustaba... lo sentía... ascendí lentamente hasta tus pechos, me esperaban excitados, sonrosados, tus pezones ya erectos, los cubrí con mis labios, saboreándolos en silencio... de tu boca susurros…
Con masajes te cubrí, exploré tu cuerpo, con mis labios, besos, caricias, dulces lametones que hicieron que arqueases tu espalda... en tu vientre me perdí, chupo, exploro, te como… tus manos en mi cabeza, me subiste hasta tus labios, que se fundieron con los míos, estamos lanzados, nos besamos como locos, con tus piernas me atrapaste, me conduces, me marcas el camino, estás muy excitada... entré dentro de ti... arrancaste de mis ojos la venda, te miro, lo hemos conseguido, nos amamos... mordías mis labios, tus caderas desbocadas, marcando el ritmo, nos hicieron volar, nos perdimos en nosotros mismos, pudimos gozar…
Me gustaría tenerte aún aquí para no tener que recordar… siento unos calores que no son normales.
Si fueran normales, mi niño..., seguramente no estarías recordando...
ResponderEliminarTu boca en mi boca..., tu piel en mi piel...
Enloquecer los dos...
No es normal que aún mi cadera ansíe tus manos apretándome contra tí. No es normal que aún te sienta dentro de mí...
Lúa.